El auge de la enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión, diabetes, problemas de colesterol, enfermedad coronaria, obesidad y otras son en la  mayoría de las  veces consecuencias de nuestro  estilo  de  vida  y  que  asociados  a  la  falta  de  actividad  física (aproximadamente  80%  a  nivel  País según el MSPyBS) se transforma  en una bomba de tiempo,  lo  que es realmente  preocupante, ya que esto  lleva  a  una  mayor cantidad  de  personas  enfermas  y  un  aumento  del  gasto  de  salud  tanto  en instituciones  de  salud  públicas  como  privadas.

La  actividad  física  que  la  mayoría  de  los  médicos  orientamos  a  nuestros  pacientes  siempre  trae beneficios,  tanto  para  la  salud en  general  como  en  el  aspecto  psicosocial  de  los  mismos.

Sin  embargo estas orientaciones son algo mas complejas cuando se trata de personas con enfermedades  del corazón,  es  ahí donde  entran  a  trabajar  los  programas  de  rehabiltación  cardiovascular .

La rehabilitación cardiovascular se centra en reinsertar al paciente a un estilo de vida saludable mediante la práctica de actividad física supervisionada con el objetivo de disminuir el riesgo cardiovascular y la mortalidad por enfermedades del corazón.

Todas las personas con algún tipo de enfermedad cardiaca, desde las  más simples que deseen empezar una actividad física hasta las más complejas como transplante, pueden y deben ser parte de un programa de rehabilitación cardiovascular, donde el médico orienta al paciente como debe empezar su actividad física, a que intensidad debe realizar y como controlarse. En los países anglosajones solo 10-30% los pacientes con indicación  de rehabilitación participan de un programa, en América latina este porcentaje  cae  a  aproximadamente  3%  y  en  nuestro  País  no  tenemos  datos, probablemente  sería  menor  el  porcentaje.

La cultura del cuidado de la salud es algo que aún tenemos pendiente y debemos de generar el cambio y dar el ejemplo a nuestros hijos y futuras generaciones, ya que varios estudios han mostrado que cuando los padres empiezan el cambio los hijos continúan, y así se va generando una nueva costumbre, la de realizar actividad física regular . El beneficio es muy evidente a mediano y largo plazo, solo se debe perseverar .

Por  lo tanto, como recomendación general,  varones  con  mas  de  40 años o mujeres con  mas de 50 años y  todo  aquel que posea alguna enfermedad  cardiovascular  independientemente  de  la  edad  y  desee empezar  una  actividad  física  debe  consultar  con  un  cardiólogo  para que  este  lo  oriente  que  actividad  física  le  conviene  más  y  que evaluaciones  debe  de  realizar  antes  de  iniciar  su  entrenamiento,  ya  sea una  caminata o andar en bicicleta, las orientaciones son personalizadas, con el objetivo  de  mejorar  la  calidad  de  vida  de nuestros  pacientes